DIFICULTAD: Media
DISTANCIA: 12 kilómetros
DURACIÓN: 4 horas y 30 minutos
Hoy hemos realizado una bonita ruta circular, partiendo del pueblo de Canillas de aceituno, 9 personas han asistido a la ruta, las cuales han podido contemplar unas vistas espectaculares durante toda la ruta , aquí os dejo la descripción del recorrido, y algunas fotos de la ruta, un saludo y nos vemos en la montaña.
DESCRIPCIÓN:
Iniciaremos la ruta dirección La Maroma, en la plaza principal del pueblo de Canillas de Aceituno, junto al Ayuntamiento, en la cual encontraremos una fuente de agua potable donde podremos llenar nuestras cantimploras si así fuese necesario.
El primer tramo sube por las serpenteantes y empinadas calles del pueblo teniendo ocasión de contemplar la arquitectura morisca que aún se conserva en la comarca. Las indicaciones nos conducirán fuera del pueblo en un repentino ascenso desde donde podremos tener una visión panorámica del conjunto.
A partir de aquí, la senda es fácilmente reconocible y discurre por la ladera a cobijo del pinar que aún permanece a salvo de incendios. La dificultad la encontramos en el desnivel acumulado en tan sólo 5 kilómetros. La vegetación es abundante destacando romero, tomillo, matagallos y esparto entre otras.
Transcurrida 1 hora de ascenso, se suaviza la pendiente y topamos con la Fuente de la Rábita (actualmente cercada) y junto a ella la Cueva (antigua mina que explotaron los romanos). Desde aquí tendremos vistas sobre la dehesa de la Axarquía, las montañas de Periana y Alfarnate y la línea de la playa.
Continuamos el trayecto, el sendero que asciende en todo momento, se asoma al Barranco del Río Almanchares. Aquí las vistas son espectaculares por la profundidad de la garganta y las asombrosas paredes verticales de La Maroma, a las que los lugareños denominan “chimeneones”.
Tras un último esfuerzo, comienza el descenso por un bosque de pinos, quedando a nuestra derecha un barranco de roca de alta dureza con algunas hoyas de erosión que acumulan el agua de escorrentía durante largo tiempo. Es por ello que reciben el nombre de “charcones”.
Esta vereda nos conducirá hasta una pista forestal la cual seguiremos hacia nuestra derecha para dirigirnos al Mirados del Castillejo, que recibe este nombre por su emplazamiento natural de atalaya de vigilancia. Desde él podremos contemplar el Barranco de los Tajos Lisos y a nuestras espaldas el Gran Peñón.
Continuamos bajando por la pista forestal y tras unos metros tomaremos un sendero que sale a nuestra izquierda para posteriormente volver a enlazar con la pista forestal y llegar de vuelta al pueblo.
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